El origen del nombre del río Nervión, no está claro para los autores. Unos lo relacionan con la Peña Nervina, zona en la que salta sobre las inmediaciones de Delika. Otros incluso lo relacionan con el emperador romano Nerva, nombre que aparece en algún antiquísimo documento. También ha sido denominado Nervio, Nansa e incluso Calybe. Datos aparte para la historia, nosotros lo aceptamos como Nervión y vale.
El lugar exacto de su nacimiento, tampoco está exactamente definido; popularmente se habla de¡ Salto del Nervión como nacimiento del mismo, pero es evidente que es un concepto erróneo. Las auténticas fuentes del mismo, según los estudiosos del tema, las sitúan en las imprecisas vertientes divisorias de aguas CantábricoMediterráneas, entre las alavesas sierras de Gibijo y Gillarte, un par de Km. hacia el Sur del Salto y teniendo como testigo y cumbre más cercana al Arangatxas. Durante las épocas estivales, su corto e impreciso curso se ve ausente de agua, pero en épocas de lluvias o cuando la nieve cubre la sierra, se forma una cascada que supera el centenar de metros sobre el vacío, proyectándose sobre la zona de Delika.
El valle de Arrastaria da la bienvenida al recién nacido que culebrea de forma apacible, con sus cristalinas aguas, por la llanada del valle alavés recogiendo el agua proyectada desde los Altos del Corral, Bagate y Urkabustaitz por una parte y la sierra de Salvada o Garobel por la otra a través de varios arroyos. Penetra por primera vez en tierras vizcaínas, para regar la histórica ciudad de Urduña, en otros tiempos cabeza del Señorío.
Con una clara proyección hacia el Norte, el Nervión se abre paso a través del cañón que forman las laderas del monte Garate (prolongación Oeste de la sierra de Urkabustaitz) a la derecha y el pico Santa Cruz, gemelo del Babio y que a su vez son las cimas más orientales de las alineadas cotas que desde el Zaballa se interfieren entre la sierra de Salvada y el valle de Aiala. De nuevo en tierras alavesas cruza Saratxo y penetra en Amurrio. Su primer afluente importante, el río Izoria, lo recibe entre este último núcleo de población y Luxaondo.
Desde aquí, el Nervión toma una tendencia general hacia el NE. y testigos de ello son los montes Pagonabarra y Pagolar que quedan a la izquierda. Estamos ya en la industriosa e importante población alavesa de Laudio, centro neurálgico junto a Amurrio del valle de Aiala. Poco antes, a nuestra derecha, hemos ido rebasando el macizo que forman las cumbres de Jesuri y Elorritxugane junto al Arrola, donde se encuentra la ermita de Santa Marina.
Por cierto, y hablando de ermitas y además de ermitas de montaña, parece ser que en la misma cima de Urkabustaitz existió una ermita dedicada a San Pedro de Beraza y también en el Babio o sus cercanías hubo otra ermita bajo la advocación de Santa Cruz de Burubio demolida a principios del siglo XVIII. Y como estamos en Laudio y va de ermitas no podemos omitir a la de Santa Lucía del Yermo, en la ladera del Karnaraka.
Abandonamos Laudio y nuestro Nervión, vigoroso y más caudaloso, se nos ha transformado en adulto y las transparentes aguas de antaño se han vuelto algo oscuras. Algo tiene que ver el hombre en todo ello…
Nos acercamos a los límites de Alava, hacia la muga de Areta, y para eso y durante un corto tramo vamos hacia el Este. Aquí en Areta recibe las aguas del río Orozko, formado a su vez por el Altube y el Arnauri, este es hijo de los numerosos arroyos que forman las verticales paredes de ltxina y los Montes de Amo. Desde las alturas Aizkorrigane, Altipitatz, Gorosteta, Oderiaga y Ubixeta e incluso Burbona en la lejanía, nos saludan. Son aguas puras de la Sierra del Gorbea, como un mensaje para el Cantábrico…
Y entramos en Vizcaya y de nuevo el Nervión enfila al Norte, obligado por las laderas del Untzueta, última cumbre del cordal que procedente de la Sierra Gorbea alinea a las cimas de Garaigorta, Aizbelabe, Samelarre, Arandia y el mencionadó Untzueta. Esta cresta además separa los importantes valles vizcaínos de Orozko y Zeberio.
A nuestra izquierda, la modesta cumbre de Alpitxu es un simple escalón ante la altiva silueta del Goikogane que enlaza hacia el NO. con el Karnaraka y el Ganekogorta, este último techo de los montes de la zona de Bilbao.
El Nervión sigue bañando tierras vizcaínas, Arakaldo, Arrankudiaga y la villa de Ugao, y precisamente en Ugao recibe las aguas del río Zeberio que procedente de las cercanías del valle de Arratia, canaliza los arroyos del valle ceberiotarra para depositar el líquido elemento en la arteria principal.
Y seguimos hacia el Norte, rebasamos Arrigorriaga, custodiados siempre por nuevas montañas, cuyas laderas en mayor o menor pendiente contribuyen a formar esta cuenca o cuna del Nervión, por el que antaño transcurrían aguas puras y transparentes con su correspondiente fauna piscícola. Hoy las cosas han cambiado y las aguas no son ni puras ni transparentes, sino negruzcas y contaminadas por los residuos industriales, quizá el precio al «progreso y a¡ desarrollo», como si ambos no fueran compatibles con un mínimo sentido ecológico.
Artanda y Upo por el Este y Pastorekorta y montes de Pagasarri por el Oeste dejan el último testigo en la modesta cima de Malbasín, como mudos centinelas que han custodiado el paso del Nervión en los casi 50 Km. transcurridos, desde su nacimiento hasta Basauri, donde se encuentra con su hermano el lbaizabal. En plena zona urbana, nuestro río tendrá problemas de progresión porque el hombre se ha adueñado de su propio cauce, estrechándoselo y edificando «montañas de hormigón» en su propio lecho, pero sabrá sortear estas dificultades para llegar a Urbi como punto de encuentro.
También aquí la polémica está servida: para algunos autores el lbaizabal es afluente del Nervión, para otros es a la inversa. Durante diferentes épocas hay suficiente documentación para comprobar que a ¡a continuación de ambos ríos, se le ha asignado unas veces el nombre de lbaizabal y otras Nervión. Razones de tipo geológico, orientación general del cauce, capacidad de caudal de agua y longitud no han sido capaces de poner de acuerdo a geólogos y estudiosos, por lo que nosotros, profanos en la materia al margen de quien tributa sus aguas a quien y quien es afluente de quien, destacamos en la naturaleza la UNION de dos corrientes de agua hermanas que, antaño puras y cristalinas y hoy sombrías y contaminadas, siempre han fundido su caminar hacia un final común en la inmensidad del Cantábrico, símbolo de paz y libertad.
Que cunda el ejemplo de la Naturaleza entre los hombres de esta tierra.