Montes de Riaño

Euskera

SALIDA A RIAÑO

DEL 1 AL 4 DE NOVIEMBRE

Comienzo de las inscripciones: el 14-9-18

• El día 1 saldremos a las 6 h. de Basauri, pararemos a desayunar por el camino, llegando sobre las 10 h. aprox. a Robledo de la Guzpeña, desde aquí haremos una travesía hasta Cistierna ascendiendo el Peña Corada (1.832 m.) y Pico Corbero (1.683 m.). Desde Cistierna nos trasladaremos a Riaño donde nos hospedaremos en el Hostal Sainz.
• El día 2 desde Riaño subiremos al Gilbo (1.677 m.) pasando primero por la cresta del Peña Vallarqué (1.355 m.) y subiendo al Peña Sarnosa (1.466 m.), la bajada del Gilbo la haremos hacia el Cueto Cabrón (1.539 m.) y de aquí a Riaño.
• El día 3 nos trasladaremos a Liegos para ascender el Pico Yordas (1.964 m.) haciendo una circular.
• El día 4 desde Las Salas subiremos al Peñas Pintas (1.985 m.) y bajaremos a Salamón, si el autobús no puede llegar hasta Salamón terminaremos el recorrido en Las Salas.

Vuelta a Basauri donde llegaremos sobre las 20-21 h.

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• De Basauri a Riaño: 3,30 h.
• Para ésta salida es obligatorio estar federado
• Precio Socios: 160 € No Socios:  180 €

Los horarios y los itinerarios podrían ser cambiados ó suspendidos dependiendo de la climatología ó a criterio del responsable de la salida.

Itinerario:

Peñacorada se puede considerar una de las últimas avanzadillas de la cordillera Cantábrica. Al pie de su ladera meridional, la Depresión de Contacto pone fin a los pliegues y repliegues montañosos, y da paso a la suavidad de las tierras llanas de la Meseta.

Para ascender a su cima, salimos de Robledo de la Guzpeña, un pueblo de tan sólo una veintena de habitantes, enclavado en el valle del Cea, en la cuenca minera de Valderrueda.
Robledo está al final de una carretera de dos kilómetros y medio que parte de Prado de la Guzpeña, localidad sita junto a la vía entre Cistierna y Guardo.

Robledo destaca por sus verdes praderas y sus bosques de robles y encinas. Sobre ellos se levanta Peñacorada, la gran nave pétrea cuya proa se adentra en las llanuras meseteñas.

Los setecientos metros de desnivel que median entre Robledo (1.120 m) y la cumbre de la montaña (1.832 m) no presentan dificultades técnicas, pero sí una notable pendiente. Aun así, cualquiera con un mínimo de forma física y acostumbrado a transitar por terrenos pedregosos puede alcanzar la cima.

El camino hacia Peñacorada parte del noroeste del pueblo, es decir, del extremo opuesto al que llega la carretera. Es preciso, por tanto, atravesar el casco urbano. A la altura del chalet «La Varga», el asfalto da paso a una pista de tierra que baja hacia el arroyo Hervencia.

En la primera bifurcación (1.110 m, 0,4 km), se continúa por el camino más marcado, descartando la desviación de la izquierda, que cruza el arroyo y se dirige a las antiguas cortas de la mina María Luz, cuyas escombreras, parcialmente colonizadas por la vegetación, llegan casi hasta donde estamos. Enfrente tengo ya la mole de Peñacorada y la línea de alta tensión que enlaza las centrales de La Robla y Guardo.

Antes de llegar a un establo, se abandona la pista, cruzar el Hervencia y tomar una senda que asciende entre encinas hasta las ruinas de una vieja majada (1.210 m, 1,7 km): unos cuantos muros de piedra y una precaria fuente (muchas veces sin agua) es todo lo que queda de ella. Las antiguas construcciones han sido reemplazadas por una caseta de hechura moderna. Sin acercarse a ella, entrar en el bosque, donde los robles, algunos de buen porte, empiezan a ganarle la partida a las encinas.

Los últimos robles se encaraman hasta los 1.440 metros. Desde aquí se observa, a la izquierda, un poco más arriba, el cono de deyección por donde hay que ascender (el terreno que baja del collado cimero situado al este de la cumbre es más cómodo, por lo que resulta una buena alternativa).
Cuando se superan los primeros resaltes, el altímetro marca 1.540 metros.

Una vista llena de contrastes recompensa todos los esfuerzos realizados para alcanzar la cumbre (1.832 m, 3,8 km).

Descender por la loma siguiendo una estrecha pero marcada senda, con el valle de Sabero al frente; a la derecha, Fuentes de Peñacorada; y a la izquierda, la llanada meseteña, donde relucen las naves, algunas abandonadas, del polígono de Vidanes.

En el paraje conocido como los Cuatro Vientos (1.710 m, 4,5 km), aunque la pendiente se atenúa, el terreno se torna más escabroso. Pese a ello, su tránsito no presenta complicaciones ni por el norte ni por el sur de la cresta. Hago la travesía por el norte; a mis pies la ladera se precipita hacia la pista que se dirige al santuario de la Virgen de la Velilla. El hayedo tapiza la falda de la montaña, pero desaparece pronto y hasta la divisoria sólo trepan algunos tejos. Seguir caminando por terreno cada vez más suave,

El pinar, hendido por el espinazo calcáreo, prospera hasta el borde del pastizal, que ofrece dos salidas. Una por el sur, hacia el despoblado de Quintana de la Peña; y otra, la que hay que tomar, hacia el norte (1.570 m, 6,8 km). A la vera del pinar, descender una empinada cuesta que deja en el collado de los Ratones (1.428 m, 7,3 km), donde tiene su cabecera el arroyo de Redimora. Aquí la senda gira a la izquierda (oeste).

No se tarda en dar con una pista forestal (1.310 m, 7,8 km) por la que se prosigue rumbo a poniente entre hayas que, poco a poco, van dejando paso al bosque de pinos.

A la altura del Murrial, el cerro coronado con el estrafalario armatoste del repetidor, se abandona la pista por el sendero de la izquierda (1.090 m, 10,1 km). Pocos minutos después, tras pasar cerca de la cueva de la Nevera, se recala en Cistierna junto a la residencia de ancianos (975 m, 10,9 km). Desde la cima de Peñacorada hay una distancia de siete kilómetros, una tirada considerable pero bastante llevadera.

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Día 2 – PEÑA VALLARQUE-PEÑA SARNOSA-PICO GILBO-CUETO CABRON

Itinerario:

Nada más pasar la localidad de Riaño y el puente que atraviesa el embalse sobre el Esla, Hay un par de aparcamientos a ambos lados de la carretera y una buena fuente donde coger agua. Damos comienzo a la ruta por una pista que sale a mano dcha, bordeando el embalse.

El pantano se encuentra en su máximo nivel de agua y la pista se halla sumergida, por ello tenemos que utilizar un sendero más alto que atraviesa un bosquete de pinos.

Iremos bordeando un primer brazo de agua, hasta su final, donde vierte sus aguas el Arroyo Vallarqué. Nada más sortear la cabecera del brazo del embalse donde vierte sus aguas el arroyo de Vallarqué, dejamos la senda y por zona de pradera primero y rocosa después, alcanzamos de frente la crestería

La Crestería de Peña Vallarqué, es un poco engorrosa por la disposición de las rocas, tienes que mirar de no meter los pies en ningún agujero y algún paso aéreo, pero se salva sin más.

Damos fin a la crestería de Peña Vallarqué y descendemos al cdo, rodeando Peña Sarnosa por su izda. Más o menos hacia la mitad de la pared, sale una terraza ascendente a la izda, que no hay que ascender en su totalidad, tras subir unas dos terceras partes, veremos a mano dcha un arbusto con claras muestras de ser utilizado para ayudarse a subir a la pared, (mejor dar dos o tres pasos más por la terraza y pasar justo por encima de él), paso de grado II.

Descendemos de Peña Sarnosa y continuamos al Gilbo, dejándolo a nuestra dcha, hasta alcanzar un colladín desde el que ganamos la crestería retrocediendo por ella hasta la cumbre, (paso aéreo cercano a la cumbre).

Continuamos NE hacia el Cueto Cabrón, última cumbre de la jornada, descendiendo por la parte contraria a la de subida. Seguimos el sendero que baja al Cdo de la Pedrera, situado entre el Gilbo y Peña Sarnosa, abandonandolo a mitad de camino para descender al Cdo Bachede.

Ya en la Collada Bachede, pequeña pradera rodeada de hayas, avanzamos casi hasta su final, para internarnos en el hayedo e ir descendiendo a la dcha, en busca de la canal de acceso, sin separarnos demasiado de la pared del Cueto Cabrón. Sin perder de vista las paredes rocosas, como a mitad de descenso alcanzaremos un pequeño pedrero, Lo atravesamos en dirección a una haya pegada a la pared, hasta situarnos bajo la canal que da acceso a la cumbre. No se aprecia su parte inferior hasta alcanzar el punto de arranque.

A pesar de su apariencia inexpugnable y su alto grado de inclinación es asequible, guardando las debidas precauciones, tras alcanzar el cdo. del Dedo seguir los hitos por canal herbosa hasta alcanzar la parte alta

donde damos vista a la cumbre, perder unos metros a la dcha donde veremos un Tejo y continuar por una estrecha terraza hasta situarnos bajo un pequeño resalte antes de alcanzar la cumbre.

El descenso lo hacemos por el mismo sitio y una vez en el hayedo, no hay senda, iremos perdiendo altura hacia el fondo del valle donde enlazaremos con una pista por la que volveremos rodeando el pantano al punto de salida.

Ruta no apta para aquellos que no estén acostumbrados al vacío y a trepar.

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Día 3 – PICO YORDAS (1964 m.)

Itinerario:

Empezamos a andar en Liegos, sin desviarnos de la calle, la calle asfaltada se transformará en pista y entraremos en la zona de prados de Liegos. ¡Ya vemos la cima que vamos a subir! La subida al Yordas será espectacular.

Pronto llegaremos a una bifurcación. Se toma la pista de la izquierda que es la principal.

Después nos encontraremos con otra pista que sale a la izquierda. Seguimos recto sin abandonar la pista principal. Por esta pista que sale a la izquierda luego regresaremos.

Tras 5,7 kilómetros abandonamos la pista que lleva a Lois para internarnos en el maravilloso bosque de Tendeña. Tomamos camino a la izquierda y atravesamos un puente.

Nos encontraremos con una puerta para el ganado. La abrimos y la volvemos a dejar cerrada como estaba. ¡Estamos en el Bosque de Tendeña!

Recorreremos el bosque de Tendeña a través de una pista que lleva al Collado de Tendeña, pero nosotros no llegaremos hasta dicho collado. La abandonaremos antes.

Llegamos a la Fuente la Tejal. Buen lugar para coger agua. Muy poco después de la Fuente la Tejal abandonamos el camino que lleva al collado Tendeña para ir por un sendero precioso que nos llevará al Collado Bahulloso o Bagulloso.

Tras más de tres kilómetros por el bosque de Tendeña lo abandonamos. Ahora viene el Collado Bagulloso que precede al último tramo de subida al Yordas. El ascenso en este tramo no presenta dificultad. Hay hitos que nos llevarán hasta el mismo collado.

Una vez que tengamos enfilado el Yordas veremos que hay un sendero principal marcado con hitos. Si uno lo pierde, no hay que preocuparse. Puede subirse por cualquier sitio por esta cara sur. El último tramo de la subida al Yordas supone ascender 300 metros de desnivel en algo más de un kilómetro.

Para bajar elegimos la cara sur del Yordas.  Es una bajada muy pindia y tiene mucha piedra suelta. Será incómoda pero seremos recompensados por las vistas que tendremos hacia Riaño, el pantano y el sector del Gilbo y Peñas Pintas.

Según se baja vemos una abertura. Descenderemos por ella y después iremos rodeando en ascenso el Pico Yordas hasta la Collada Burín. Llevamos hasta aquí 12,2 kms. y nos quedan 6,6 kms. de bajada. Pasaremos primero con la Majada Burín, luego a través del bosque de Tendeña y después regresaremos a la pista que transcurre por el Valle de San Pelayo. Un camino para disfrutar muchísimo.

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Día 4 – PEÑAS PINTAS (1.985 m.)

Itinerario:

Comenzamos la ruta en el pueblo de Las Salas. Frente al Mesón Las Pintas sale una pista en dirección Este que nos sube hasta un collado con buenas vistas del pantano de Riaño. A partir de aqui siguiendo una senda en dirección Noroeste llegamos a la zona de Las Traviesas y una vez aquí por una canal con bastantes hitos y marcas de pintura se sube sin problema hasta un collado ya en la cresta de las Pintas.
Desde aquí nos dirigimos primero al Este para ascender el Pico Huelde con unas fantásticas vistas del pantano y todas sus montañas. A continuación descendemos del Pico Huelde por el mismo sitio y continuamos toda la cresta hacia el Oeste, buscando los mejores pasos hasta el pico de Peñas Pintas.
Para descender seguimos un trozo la cresta en dirección Oeste (esta parte es la más delicada con algunos destrepes sencillos, pero que hay que usar las manos) hasta llegar a una canal marcada con unos hitos y por la que bajamos hasta el valle norte de las Peñas Pintas.
A partir de aquí y tras caminar un pequeño trozo por un bonito hayedo llegamos a una pista que nos lleva al pueblo de Salamón. Nada más entrar en Salamón sale otra pista a la izquierda marcada como GR-1 que nos lleva de nuevo a Las Salas.
Ruta no muy larga pero que salva un desnivel importante.
La zona de cresteo y el descenso puede resultar peligroso con mal tiempo y bastante complicado con nieve.

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Guía: Martín

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